Hola, Buenos Aires. Me arrodillo ante vos. Ya lo vas a hacer por mí. Contá conmigo, soy todo tuyo. Pero ya pronto te vas a dar cuenta de lo q soy capaz.
Con tu olor, tu calor, tu sabor, me voy a emborrachar. En el fuego de tus bandoneones me voy a quemar. Se que vos me vas a dejar ciego de tanto brillo. Es lo q quiero, acá me quedo.
Che, Buenos Aires. Mirá, muy pronto vas a ver cuanto te voy a gustar… Mi espectáculo está empezando.
Vos dame luz, un telón y yo solo me voy a meter en tu historia. Sin virtudes, en tus noches sin fin, mi vida va a empezar.
Nunca más me vas a dejar; decile a la banda q no deje de tocar.
Ojo, Buenos Aires. Ya pronto te vas a dar cuenta de lo q soy capaz.
Y si ves que me volví uno más, q me eché a perder, q cambié para mal; es por vos, por tu culpa… ¡Dios! ¡Hermosa ciudad, te amo!
Y si me desmayo del cansancio, cubrime con tu suave sábana. Con tu piedad y silencio.
Sos sucia, solo querés placer, sos una mentira, estás mal hecha. Pero también sos miel, tenés poder y me das luz. Con eso me sobra. Dame la oportunidad; dámela y te voy a recompensar.
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